Con frecuencia usamos alternadamente los términos experiencia del cliente y servicio al cliente. Por ejemplo, cuando alguien exclama: “¡Claro que ofrecemos una excelente experiencia al cliente! Nuestros asesores siempre responden con una sonrisa”. Eso realmente es servicio al cliente, no experiencia del cliente. Para ilustrarlo de manera sencilla, imagine que su empresa es un restaurante.Seguir leyendo