La demora en el pago de deudas por parte de las empresas españolas se situaba en 15,57 días en el último trimestre del año.
Ésta es la cifra más alta desde el segundo trimestre de 2021, con un incremento de 0,9 días respecto al mismo periodo de 2023, según el ‘Estudio sobre comportamiento de pago de las empresas en Europa’ realizado por Informa D&B, compañía filial de Cesce, como contábamos hace unos días.
Además, 1 de cada 4 compañías ha sufrido impagos significativos en el último año, de acuerdo con el último ‘Estudio de la gestión del riesgo de crédito en España’ de Crédito y Caución e Iberinform, del que nos hacíamos eco.
Asimismo, 2 de cada 3 empresas tienen problemas para abonar a tiempo las facturas de sus proveedores, según el ‘Informe europeo de pagos’ de Intrum, del que hablábamos en este artículo.
Con estos datos sobre la mesa, es más que evidente que, tarde o temprano, todas las empresas han de lidiar con facturas pendientes de cobro.
Y aunque no hay ningún método infalible para conseguir agilizar el pago de estas deudas, sí que disponemos de algunas herramientas tecnológicas que quizá nos pueden ayudar a reducir los tiempos, como indica Rubricae.
1. Ofrecer planes flexibles
La compañía reseña que la falta de liquidez es una de las razones principales por las que los deudores retrasan sus pagos, por lo que recomienda brindar opciones como pagos a plazos o descuentos por pagar con antelación.
Además, remarca que negociar plazos razonables permite recuperar el dinero sin desgastar la relación con el cliente. “Un plan flexible muestra disposición a ayudar, lo que puede generar mayor compromiso del deudor”.
Pero hace hincapié en que es preciso documentar los acuerdos que se alcancen en esa negociación, con el fin de evitar futuros malentendidos.
2. Recordatorios
“Programar avisos automáticos mediante correo electrónico, SMS o WhatsApp ayuda a mantener la deuda presente en la mente del deudor”, asegura Rubricae.
Igualmente, señala que la automatización permite enviar mensajes personalizados en fechas estratégicas, lo que reduce la carga de trabajo del equipo de cobranza.
“Un sistema bien implementado puede mejorar la tasa de recuperación sin necesidad de intervención manual. También se pueden incluir enlaces directos a plataformas de pago para facilitar la transacción”, agrega.
3. Incentivos y penalizaciones
“Medidas como los descuentos por pago anticipado o la eliminación de intereses por regularización pueden motivar al deudor a pagar antes. Por otro lado, las sanciones, como el cobro de intereses o la posibilidad de ser reportado a burós de crédito, generan una presión adicional”, advierte.
Además, recalca que es importante que las condiciones sean claras desde el inicio, para evitar malentendidos.
“Este equilibrio entre beneficio y penalización puede ayudar a priorizar el pago de la deuda. Aplicar estas estrategias con criterio y de manera transparente fortalece la efectividad del proceso de cobro de deuda”, asegura.
4. SMS certificado
Esta tecnología permite notificar al deudor de manera oficial y con validez legal sobre la deuda pendiente, certificando tanto el contenido del correo como los documentos adjuntos.
“Estos mensajes generan una prueba de recepción y contenido, lo que es clave en posibles procesos judiciales. Además, tienen una alta tasa de apertura, de manera que se asegura que el mensaje llegue al destinatario. Se pueden usar para recordatorios de pago, notificaciones de vencimiento o avisos de acciones legales”, aclara Rubricae.
5. Ofrecer diferentes medios para pagar
Facilitar el abono de la deuda incrementa la tasa de recuperación. “Contar con múltiples opciones, como transferencias bancarias, domiciliaciones, pagos con tarjeta de crédito o débito, PayPal, Bizum u otras plataformas digitales, permite a los deudores seleccionar el método que mejor se adapte a su situación. La diversificación de métodos de pago reduce las excusas y acelera el proceso de cobro”, subraya la compañía.
6. Incrementar los canales de comunicación
Rubricae recomienda utilizar diferentes canales de comunicación, como correo electrónico, llamadas telefónicas, WhatsApp, SMS y chats online, ya que esto permite llegar al deudor con una mayor efectividad.
“Una estrategia omnicanal asegura que el mensaje se reciba y se priorice. Además, disponer de atención en tiempo real, ya sea a través de agentes o chatbots, mejora la experiencia del usuario y evita que el deudor posponga la gestión del pago”, detalla.
