8 acciones en riesgo por los aranceles propuestos por Trump

Trump volverá a la Casa Blanca en enero y lleva equipaje: sus aranceles.

Durante su primer mandato, impuso aranceles al acero, al aluminio y a una amplia gama de importaciones procedentes de China. El expresidente y ahora presidente electo se ha manifestado abiertamente a favor de políticas proteccionistas en este ciclo electoral.

En los últimos meses, Trump ha propuesto medidas —como un arancel general de hasta el 20% sobre todas las importaciones y de hasta el 60% en el caso de China— con la intención de fomentar la fabricación nacional y reducir la dependencia del país de bienes extranjeros.

«En general, los inversores esperan cierto nivel de aranceles. Es decir, no es sólo retórica de Trump», reconoce Clayton Gardner, co-consejero delegado de la firma de gestión de patrimonios Titan.

A diferencia de la legislación fiscal, que necesita ser votada por el Congreso, los aranceles pueden ser implementados directamente por el presidente —y Trump ha hecho de este tema una de sus prioridades—.

Con este telón de fondo, los expertos creen que los inversores deberían prepararse para el impacto de estas políticas en algunas de las mayores empresas del mundo.

¿Cómo funcionan los aranceles?

Los aranceles a la importación gravan con un impuesto adicional los bienes o servicios que entran en un país.

Al aumentar artificialmente el precio de las importaciones, los aranceles impulsan la demanda de productos nacionales y protegen a las industrias nacionales de la competencia extranjera. Pero la mayoría de los economistas argumentan que los aranceles acaban perjudicando tanto a las empresas como a los consumidores.

Cuando tienen que asumir aranceles, las empresas que importan productos acaban repercutiendo los efectos en los consumidores subiendo los precios, ejemplifica Jesús Salas, profesor de Finanzas de la Universidad de Lehigh (EEUU).

Para las multinacionales, esto se traduce en una menor demanda de sus productos y en unos márgenes de beneficio potencialmente más bajos debido al aumento de los precios y los costes de explotación, explica Salas.

Las empresas de retail, electrodomésticos y automoción se verán especialmente afectadas porque muchos de sus modelos de negocio se nutren de materias primas o basan sus operaciones en el extranjero, según Samuel Rines, macroestratega de WisdomTree.

Las marcas de bienes de consumo de lujo, que tienen un gran mercado en China, lo pasarán mal, añade Gardner. Desde siempre, una parte significativa del crecimiento de estas empresas ha venido del gigante asiático.

Pero, aunque las empresas con cadenas de suministro en China serán las más afectadas, cualquier país con exposición al extranjero está en riesgo, añade Salas.

«Todas las empresas que importan productos de Europa, América Latina o China se verían impactadas». Por ejemplo, Trump ha amenazado recientemente con imponer un arancel del 25% a todos los productos procedentes de México.

También existe la posibilidad de que se impongan contraaranceles.

En 2018, Canadá, China, la Unión Europea, India, México y Turquía reaccionaron a los aranceles de Estados Unidos sobre el acero y el aluminio y los productos extranjeros con aranceles propios. Esto encareció las exportaciones de EEUU —como las de los productos agrícolas— y terminó repercutiendo en las empresas del país.

«La estrategia de inversión de las empresas estadounidenses es muy, muy global. En algunos casos, su crecimiento depende en gran medida de las ventas y los ingresos fuera de Estados Unidos», apunta Rines.

Un deterioro de las relaciones comerciales podría provocar una disminución de los ingresos procedentes de importantes clientes extranjeros, con la consiguiente reducción de los beneficios y del valor para el accionista.

Aranceles 2.0

Uno podría pensar que, si estas empresas han sobrevivido a los primeros aranceles de la Administración Trump, ya deberían haber reforzado sus cadenas de suministro.

Pero en gran medida no es así, según Salas.

Aunque las empresas trasladaron algunas de sus operaciones fuera de China como resultado de los aranceles de Trump durante su primer mandato, no hay suficiente de mano de obra en EEUU para satisfacer las demandas de algunas grandes empresas como Apple, ejemplifica.

El nearshoring, o acercamiento de las operaciones a EEUU o a países vecinos, ha ido en aumento en los últimos años como respuesta de la preocupación de las empresas a la exposición a China. Pero esto tampoco protege a las empresas de los efectos de los aranceles de Trump, como demuestra la propuesta de imponer aranceles agresivos a las importaciones mexicanas.

Además, las fábricas son caras y se tarda mucho en construirlas. Y, dado que los aranceles se ejercen a discreción de cada presidente, las empresas podrían decidir que no merece la pena desviar completamente su cadena de suministro por una política transitoria que podría cambiar cada cuatro años, añade Salas.

Eso no quiere decir que el sector privado no haya tomado medidas para localizar sus cadenas de suministro. Según Rines, Walmart ha aumentado las importaciones de India y ha reducido su abastecimiento de China. Sin embargo, las grandes corporaciones siguen expuestas a China —por no mencionar que las políticas de Trump no solo se dirigen al país asiático—.

8 acciones en riesgo por los aranceles de Trump

Para los inversores, todo esto significa que algunas de las empresas más sólidas del mercado podrían tener unos cuantos trimestres llenos de baches porque sus costes operativos podrían subir y, en consecuencia, la demanda de sus productos podría ralentizarse.

Rines, Salas y Gardner han identificado 8 valores que se verán afectadas por los aranceles.

  1. Nike
  2. Walmart
  3. Home Depot
  4. Lowes
  5. Target
  6. Starbucks
  7. Apple
  8. Microsoft

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