Si alguna vez has estado en medio de un conflicto sabes lo incómodo y desagradable que es. Entonces por qué no evitarlos. Esto no significa que siempre seas complaciente para no enfadar o que huyas al menor signo de problemas.
Douglas E. Noll,un experto en resolución de conflictos y mediador tiene una solución mejor. Usar las emociones y la comunicación para calmar a alguien alterado y tornar una disputa en una conversación serena.
Lo explica en su libro DESESCALAR: Cómo calmar a una persona furiosa en menos de 90 segundos, una guía práctica con ejemplos reales repleta de “herramientas para convertirnos en pacificadores”. El objetivo mostrar al lector cómo disipar conflictos y cultivar relaciones más sanas.
La técnica que aplaca la ira ajena en 90 minutos
Con una intervención mínima y dejando el raciocinio y la palabra a un lado. Así es la técnica de Noll, tal como explica en La Razón. Para ponerla en práctica hay que focalizarse únicamente en las emociones.
«Los seres humanos somos emocionales, no racionales. Cada decisión, cada comportamiento y cada acción se basa en la emoción, no en el pensamiento racional. De hecho, nuestras decisiones y comportamientos surgen en nuestro cerebro 750 milisegundos antes de que seamos conscientes de ellos», aclara al medio.
«Por eso enseño que no se puede resolver un problema emocional con lógica y racionalidad. Debe usar herramientas emocionales para resolver problemas emocionales, como la ira».
Su técnica se basa en conectar con lo que está sintiendo la persona alterada y hacerle preguntas clave, directas, alejadas del «yo» para hacerle entender que existe una compresión.
Para ello pone en práctica estos tres pasos:
- Ignorar las palabras pronunciadas: alguien enfadado suele usar el vocabulario para herir. Lo que te hará dejarte llevar por el conflicto. Ignora las palabras para centrarte en las emociones.
- Descubre la experiencia emocional que siente: según el experto los seres humanos tenemos un repertorio limitado de emociones: enfado, miedo, angustia, asco, aflicción-vergüenza, humillación, abandono y rechazo. Intenta saber cuál es la que se esconde tras el enfado.
- Usa frases declarativas en segunda persona: en lugar de poner el foco en tu propio yo usa frases céntrate en poner en valor lo que siente el otro con frases del tipo “creo que sientes ira ahora mismo».
«Cuando una persona que se pone a gritarte, está furiosa y contrariada. Está experimentando emociones muy intensas que dirige contra ti, con razón o sin ella. Puedes elegir entre dejarte llevar tú también por la escalada emocional o desescalar a la otra persona y averiguar cuál es el verdadero problema», sopesa el experto