Trabajar mejor y aumentar las capacidades son objetivos que cualquier persona persigue a lo largo de su vida laboral. La productividad es un factor determinante para las empresas y esta pasa por la planificación.
Magnates de la talla de Jeff Bezos, Elon Musk o Bill Gates, han hablado en más de una ocasión de las estrategias que llevan a cabo para lograr ser más productivos y llegar a todo en su día a día.
Una de las técnicas que mejor funciona es la del 333, desarrollada por el escritor británico Oliver Burkeman en el bestseller Four Thousand Weeks (Cuatro mil semanas: Gestión del tiempo para mortales)
En el libro, reflexiona a cerca de la importancia de organizar tu día para que seas capaz de hacer más tareas y aproveches verdaderamente el tiempo sin que ello repercuta en tu descanso.
Todo gira en torno al número tres, para que sea lo más sencillo posible de recordad. El experto en productividad propone una rutina basada en tres horas al día, tres tareas y tres actividades.
Así se compone el 333
El método se basa en reorganizar tu lista de tareas pendientes para situar lo que más esfuerzo requiere al inicio de la jornada de trabajo.
- Tres horas: el primer punto es que bloquees tres horas de tu trabajo para dedicarlas al proyecto más importante que tengas en ese momento, de modo que dedicarás tus horas más productivas al mismo. Durante ese tiempo evitarás distracciones como revisar el mail o el teléfono.
- Tres tareas: tras finalizar tu trabajo más intenso, el autor recomienda realizar tres tareas que sean importantes, pero que no requieran tanto esfuerzo o tiempo. Puede ser hacer llamadas o una reunión. Este bloque es muy importante porque son tareas a completar que te darán una sensación mayor de productividad.
- Tres actividades: el último bloque es lo que Burkeman llama tareas de mantenimiento y que realizarás cuando tu capacidad de concentración esté llegando a su fin. Suele ser contestar mails, planificar las tareas del días siguiente o revisar el trabajo realizado.
Con este método, dedicarás tus mejores horas a atender las cuestiones más importantes –lo que algunos llaman empezar el día ganando–, para ir degradando el nivel de relevancia a medida que va pasando la jornada laboral.
Trabajar de manera ordenada te permitirá bajar el nivel de estrés, porque todo está planificado e incluso tener más tiempo para ti, en el caso de que trabajes por objetivos.