El nuevo chatbot de Amazon te va a ayudar a comprar… eso sí, no le preguntes por algo de imitación

Amazon ha puesto a disposición de todos los usuarios de su plataforma de comercio electrónico en Estados Unidos un nuevo chatbot, Rufus. Esta herramienta de inteligencia artificial, que ha sido publicada en septiembre, está diseñada para ayudarte a encontrar las cosas que quieres comprar y a resolver tus posibles dudas sobre esas mismas cosas.

Rufus también podría servir para encontrar versiones más baratas de artículos de marca, pero en ese caso habrá que preguntarle indirectamente, puesto que no responderá a preguntas directas sobre imitaciones de productos más caros.

El chatbot deja ver así la complicada relación de Amazon con las falsificaciones: la empresa prohíbe los productos falsificados o reproducidos ilegalmente en su plataforma. En cambio, vende un montón de productos que son simplemente similares a las marcas que sueles ver en un centro comercial. Es ahí donde entra en juego esta nueva herramienta de IA.

En mi caso, he probado Rufus y me ha resultado útil cuando le pedí consejo sobre qué regalarle a un niño de dos años por su cumpleaños. También me ha resuelto dudas acerca de detalles de productos concretos y me ha ayudado con problemas de atención al cliente.

Lo único que Rufus no hará será ayudarte a encontrar una imitación.

Maria Boschetti, portavoz de Amazon, no ha podido confirmar a Business Insider que el término «falsificación» esté prohibido en Rufus, pero ha asegurado que conforme la plataforma de comercio electrónico continúe «haciendo pruebas» y «aprendiendo» de su experiencia con la inteligencia artificial generativa, tanto Rufus como las funciones de búsqueda pueden «proporcionar diferentes experiencias».

En inglés se suele utilizar el término «dupe» para referirse a un producto similar, pero más barato, que un artículo de lujo o que está de moda. En redes sociales, los influencers a menudo hablan de su entusiasmo por encontrar un dupe de determinados artículos como maquillaje, cuidado de la piel o ropa.

Mi excompañera, Jennifer Ortakales Dawkins, publicó un artículo hace unos meses en este medio de comunicación que hablaba sobre cómo la generación Z es la «generación de las imitaciones»: se trata de una generación que no se avergüenza de tener la versión de marca blanca de un artículo más lujoso, llegando incluso a estar orgullosos de ello.

En concreto, las falsificaciones de las que habla la mayoría de la gente en internet no son de artículos de lujo o de diseñadores de alta gama, sino de marcas de centro comercial, como Uggs, Lululemon o Skims, o de marcas de maquillaje de Sephora, como Charlotte Tilbury o el protector solar Supergoop.

Cuando le he pedido a Rufus que me busque un dupe —utilizando esa palabra en particular— de varios productos que son famosos por tener falsificaciones más baratas, me ha cortado la conversación inmediatamente con un: «Lo siento, no puedo ayudarte con eso».

Aun así, cuando he reformulado mi petición para hacerla de otra forma y le he pedido a la herramienta de IA un producto similar a uno de marca, sin utilizar la palabra dupe o imitación, la respuesta ha sido afirmativa:

Deja una respuesta