Comprar una freidora de aire o un móvil en Amazon es cosa del pasado. Tras las casas prefabricadas llegan los coches. La multinacional de Jeff Bezos ha lanzado Amazon Auto, un servicio que da la bienvenida a la configuración, financiación y compra de vehículos desde su app de toda la vida. El proceso, de hecho, no debería ser muy diferente a pedir cualquier otro producto. Eso sí, si no vives en Estados Unidos puedes ir olvidándote de toparte con un coche entre las ofertas del día.
Amazon ha firmado un acuerdo con Hyundai en 48 ciudades de EE.UU. para empezar su andadura en la venta de coches. Por muy raro que parezca, desde este mismo momento un ciudadano del país de la libertad puede entrar a la web o app de Amazon y pedir un vehículo. La entrega, por supuesto, incluso para los usuarios Prime, no es al día siguiente, pero el proceso promete ser sencillo y completo.
Tanto es así, que Amazon gestiona la financiación y la configuración completa del vehículo. Todo, eso sí, con el visto bueno del concesionario Hyundai más cercano. Amazon trabaja como intermediario y ofrece los servicios del vendedor local, simplificando todo y dándose un aire al sistema de pedidos de Tesla.
Eso sí, por el momento, si buscas algo que no sea un Hyundai, no vas a tener suerte. Bueno, tú no, sino los usuarios estadounidenses que pretendan comprarse un coche. Porque, por muy atractivo que te parezca, esto solo está disponible en al otro lado del charco. Y, por si te lo estás preguntando, no hay planes para traer un sistema similar a Europa. Ni se esperan para un futuro cercano.
Lo que hace Amazon no es nuevo, Tesla lo ofrece en multitud de países
El nuevo sistema de Amazon Auto puede parecer muy futurista, pero la realidad es que no es algo nuevo. Es decir, que un marketplace de su envergadura ofrezca coches sí es algo novedoso, pero no el hecho de configurar, financiar y comprar un vehículo desde el móvil.
Tesla lleva haciendo esto desde hace años, incluso prioriza su sistema de pedidos online por encima de los concesionarios físicos, una decisión que el público está acogiendo con los brazos abiertos. ¿La clave? Ofrecer toda la información de forma clara en sus canales online y facilitar la configuración y el pedido desde estos.
Sin precios fantasma que luego suben, sin descuentos que no sabes de dónde salen y sin ofertas solo te ofrecen en algunos concesionarios. Todo es claro e igual para todos, a lo que hay que sumar un catálogo pequeño y unas herramientas online de configuración y financiación muy sencillas.
En esencia, es lo mismo que quiere conseguir Amazon, y una buena baza para los concesionarios físicos que pretenden digitalizar su sistema de ventas. Amazon Auto parece una buena idea para todo el mundo, pero lamentablemente es algo con lo que los europeos tendremos que soñar.