“Solopreneur”, “One-man business, “solo- business“
Son algunas de las modas que existen hoy en día en el panorama emprendedor.
Matt Gray – Uno de los solo- business más exitosos del momento
Pero la realidad, es que son muy útiles y eficaces para empezar un proyecto o un negocio, a la hora de escalar no lo son tanto.
Te guste o no, si un negocio depende de una sola persona, tiene muchas probabilidades de:
Generar muchos cuellos de botella
Producir situaciones de estancamiento
Perder productividad
…
En definitiva, de no crecer y no alcanzar su máximo potencial.
Responde a estas pregunta:
Si todo depende de ti, ¿cómo puedes escalar?
Cuándo tengas el doble de trabajo, ¿quién lo va a hacer?
Cuándo se multipliquen el número de reuniones, ¿quién las va a gestionar?
Cuándo tengas que hacer algo que no sabes hacer, ¿pararás todo para aprenderlo?
A la hora de escalar al siguiente nivel debes rodearte de un equipo que te ayude a ejecutar esas tareas de menos peso y peuden prescindir de tu presencia.
Es difícil, no es nada sencillo, pero ten en cuenta siempre esto: Solo porque lo sepas hacer, no significa que las tengas que hacer.
Así que, nuestra recomendación es, a la que consigas crecer un mínimo tu poryecto busca incorporar a gente que te ayude a hacer más sencilla la gestión de la empresa.
Hace unas semanas, mandamos una newsletter con el sujeto “🔩 SOP’s”. Allí tienes una guía paso a paso para saber cómo identificar esas tareas delegables y cómo construir sistemas para poder incorporar a nuevos perfiles a tu equipo.
Pero hoy vamos a ir un poco más allá y te vamos a hablar de la cultura de la propiedad.
Y, hay veces, que un founder se decide a delegar, crear procesos y empezar a crecer el equipo como es debido, pero comete este error.
El de no dejar “volar“ a sus empleados.
Siempre están encima del trabajo de los demás, no les dejan tomar decisiones… Esto tiene un solo escenario final, el burnout de los empleados.
Así que, como fundador que delega y tiene un equipo, tu obligación para que todo funcione como la seda es generar una cultura de propiedad.
Consiste en empoderar a tu equipo para que actúe como “propietarios” no solo de sus puestos de trabajo y responsabilidades, sino de la empresa.
Está demostrado que hacerlo mejora la productividad, motivación, eficiencia, proactividad, resultados….
Establece objetivos claros
Dales las herramientas necesarias
Transmíteles confianza en ellos
Reconoce y recompensa cuando lo hagan bien
Crea incentivos
Aporta feedback constante
Lidera con el ejemplo
…
Evidentemente, debes tener un mínimo de control sobre el trabajo, pero con controlar que el trabajo se realiza como es debido y darle tu feedback de vez en cuando es más que suficiente.
Así que, como consejo, si vas a delegar, házlo bien.
Crea buenos SOP’s (aquí tienes una plantilla para hacerlo)
Busca a buenos candidatos.
Transmite una cultura de propiedad para que se sientan dueños y saquen lo mejor de sí mismos.
