La aceleradora de la que salen los líderes del futuro

Celera nació en 2014 como una iniciativa del científico y emprendedor español Javier García Martínez, el primer presidente español de la Unión Internacional de Química y fundador de Rive Technology, una spin-off del MIT con la que acabó protagonizando un exit. Para poner en marcha Celera contó, desde el principio, con el apoyo de la Fundación Rafael del Pino sumando más adelante el respaldo de otras dos fundaciones: Banco Sabadell y Francisco Soria Melguizo.

El objetivo de García Martínez es que el mejor talento de nuestro país pueda desarrollar aquí todo su potencial, no solo promover la creación de nuevas empresas. Sin embargo, los miembros de Celera han protagonizado algunos de los casos de emprendimiento científico y tecnológico más relevantes de los últimos años. De hecho, buena parte de los jóvenes que destacamos en Emprendedores hace apenas unos días, son miembros de Celera. Parece que este nuevo modelo de aceleración centrado en las personas, que construye a largo plazo, ha dado con la clave para identificar, acompañar y conectar a algunos de los emprendedores más exitosos de nuestro país.

Decía Ken Robinson que una de las claves para alcanzar la plenitud personal está en que cada uno descubra cuál es su elemento, es decir, el espacio en el que confluyen las cosas que te encantan hacer con las que se te dan bien. Esto es lo que fortalece el sentido de identidad e impulsa nuestras acciones. También es el espíritu que mueve a Celera. Cada año selecciona a diez candidatos no por su currículo, logros o contactos. Aquí, lo único que se valora es la persona y su capacidad de alcanzar la excelencia en el área que sea, tanto en la ciencia, como en la ingeniería o el emprendimiento.

El programa de aceleración

María Polo dirige la aceleradora desde hace tiempo. Ella es quien explica la forma de proceder y la razón de ser de Celera.

Se trata de un programa gratuito al que cualquier persona puede presentarse siempre que reúna las condiciones de ser residente en España, tener entre 20 y 35 años de edad y hablar bien inglés.

El proceso de selección se desarrolla en distintas etapas. Tras recibir las candidaturas a través de la página web, donde los aspirantes deben contestar a una serie de preguntas y subir un video de presentación, se procede después a realizar una entrevista personal con cada uno de ellos. Al final es un comité de expertos el que, semanas después, decide el nombre de los candidatos que pasan a formar parte de la siguiente promoción de Celera.

Solo diez son los elegidos, una decisión difícil si se tiene en cuenta que el año pasado se presentaron más de 160 candidaturas. Una vez admitidos, los miembros de Celera pasan a formar parte de un programa que dura tres años. La extensión en el tiempo, justifica María Polo, se debe a que el programa está centrado en el desarrollo de habilidades personales, de gestión de equipos y de liderazgo y a que la apuesta va más por la calidad que por la cantidad. La intención no es interrumpir la vida de los participantes, los cuales pueden proseguir con su actividad habitual.

En el proceso de selección se tiene en cuenta lo que ha hecho cada candidato hasta el momento de presentarse. Obviamente, el expediente académico se valora en un programa en el que, en definitiva, se busca la excelencia, pero éste no condiciona la decisión final. Algunos de los miembros de Celera dejaron sus carreras a medias para crear y liderar sus propios proyectos. Otros son doctores que publican en las mejores revistas científicas.  Es precisamente la diversidad de experiencias, formación y objetivos lo que hace de la comunidad de Celera  una red de talento única, diversa e inspiradora.

Y, aunque entre sus requisitos no está el de ser emprendedor, lo cierto es que muchos de los que concluyen el programa terminan montando su propio proyecto empresarial. A cambio, Celera no pide ninguna compensación ni participa en el accionariado. En palabras de su fundador, Javier García, “Celera es un regalo. Un programa de crecimiento personal totalmente gratuito cuyo mayor valor son las personas que forman parte de él. Es precisamente el enorme potencial de la comunidad de Celera lo que ha motivado a algunos de nuestros jóvenes a emprender”.

El éxito de este programa queda de manifiesto en el hecho de que la mayoría de aquellos que  han terminado el programa siguen involucrados con Celera ayudando a los más jóvenes, implicándose en distintas iniciativas o creando sinergias con otras organizaciones de las que también forman parte. Así, Celera trabaja estrechamente con Opinno, Endeavor o Bridge for Billions.

El desarrollo de las habilidades personales

Una de las características que hacen de Celera un proyecto muy especial es su compromiso con el desarrollo integral de sus miembros. Por un lado, el perfeccionamiento de las habilidades personales, de liderazgo y de comunicación. Por otro lado, Celera proporciona recursos, formación, talleres, un sólido programa de mentorización y grandes oportunidades. El programa comienza identificando las necesidades de cada uno de los jóvenes que se une al programa, sus objetivos y el propósito que le mueve.

Ésta es la primera fase de un proceso bien estructurado que consiste en tres etapas:

El primer año, se centra en presentar el programa, en el autoconocimiento, en los valores y en la identificación de los objetivos a largo plazo de cada uno de los miembros de Celera.

El segundo año se trabajan las habilidades interpersonales, especialmente las relacionadas con el liderazgo, la comunicación efectiva y la gestión de equipos y proyectos.

El tercer año se pone el foco en la definición de los objetivos de cada miembro y se entrenan herramientas de resiliencia. Además, se trabajan estrategias que permitan afianzar e integrar las habilidades aprendidas a lo largo del programa.

Durante estos tres años, los integrantes de Celera reciben formación personalizada, acceso a eventos exclusivos, oportunidades únicas y a mentores del máximo nivel seleccionados específicamente para cada uno de ellos. Algunos de los integrantes de Celera han asistido al curso de MIT Frontiers of Innovation and Entrepreneurship organizado por la Fundación Rafael del Pino, otros han participado en el programa de Imagine Creativity Center de la Fundación Banco Sabadell. Pero los integrantes de Celera se caracterizan, no tanto por lo que reciben, como por lo que dan. En plena pandemia crearon  TheOpenVentilator para diseñar y construir el primer respirador médico aprobado por la autoridades españolas para su uso en pacientes de COVID y muchos de ellos están implicados en Saturdays.AI, una iniciativa para impulsar la educación en inteligencia artificial en nuestro país.

Nueva convocatoria para formar parte de una comunidad de elite

Desde la creación de Celera en 2014 hasta el momento actual, han pasado por el programa siete promociones, en total 70 personas. Entre ellos están, por citar solo unos pocos, Natalia Rodríguez, CEO y fundadora de Saturno Labs, Ignacio Moreno, cofundador de la exitosa Capchase, María García, CEO de Prospera Biotech, Santiago Jimenez, CEO y co-fundador de Liight, Carlos Matilla, fundador de Fuvex, y  Daniel Pérez, CEO cofundador de Ienai Space, estos dos últimos, finalistas de la próxima edición de South Summit.

Aquí nos hemos fijado solo en los emprendedores, pero los perfiles son mucho más diversos y de todas las áreas del conocimiento. Lo único que comparten es, según María Polo, «la humildad, la generosidad y la excelencia».

Ana Delgado

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